El mundo ha cambiado fuertemente y las nuevas tecnologías nos han transformado en seres completamente sociales. Compartimos todo lo que pensamos y lo que hacemos en tiempo real. Creando grupos de amigos, familiares, de trabajo, compañeros de universidad, compartiendo fotos, vídeos, ubicaciones, música, artículos, y todo lo que nos interesa. Y las marcas son parte de este ecosistema social «hiperpoblado» en donde les toca competir con absolutamente todo.
Nos enfrentamos ante esta “Revolución Social”, en donde los modelos de comunicación y los comportamientos sociales han evolucionado y ahora más que nunca, las personas están más expuestas, más conectadas y tienen mucho más poder.
Estamos ante un nuevo modelo de marketing, en donde el protagonista es el consumidor y en cómo interactúa con las marcas. Nuestro gran reto es conectar y emocionar al consumidor para que la comunicación sea efectiva.
Como comunicadores debemos buscar buenas ideas, que contengan una misión social, que aporten buen contenido, experiencia e interacción, y no solamente una proposición comercial.
Debemos tener presente que lo más importante siempre es y será el contenido. A todos nos gustan que nos cuenten historias y no descripciones de productos.
Usemos nuestra creatividad para contar historias que muevan personas, que generen emociones y que integren a la marca con el consumidor. Transformemos nuestras marcas en generadoras de contenidos con la capacidad de atraer y dinamizar con sus audiencias por medio de relatos interesantes, participativos e interactivos.
Contemos nuevas historias que relacionen a las marcas con nuestros consumidores generando una experiencia que vaya más allá de la compra, asegurando más clientes leales, en donde finalmente, el principio de marca evoluciona de «queremos venderte este producto», al de «queremos que seas parte de la marca».
“Great stories win hearts and minds”.
Felipe Alexandre-García